jueves, 28 de febrero de 2008

un hombre en la pupila

El Tarot predijo que mi 2008 sería "genuss"/"pleasure", o sea, lleno de gozo.
Por eso desde el primero de enero ando como depravada mirando a todos los hombres que se me cruzan por la calle preguntándome si no será él.
Y hay muchos. Y les miro a los ojos y les sonrío con esa cara de estúpida que se pone cuando se desea sin saber.
Y esto es solo el inicio, porque con el protocolo de la tradición española, es decir, con las 12 UVAS, enero saltó y se cayó sin ingerir siquiera. Así que sabiendo que las predicciones pueden ser 50-50 e incluso complementarse... pues no será en enero cuando recibiré el mayor placer.
Pero por si acaso y por la imaginación que me supera y por esta estúpida idea de deseo esperado que se me ha incrustado en el cerebelo, ando desencajada, y me siento como una Cenicienta cualqauiera esperando que el jodido Príncipe Azul aparezca con el puto zapato.

miércoles, 27 de febrero de 2008

Revisionismo

Mi país de origen, según la caja tonta, es una piel de toro.

Limita al Norte mitad con un mar caprichoso y con nombre nacional
(esto no se descubre hasta que vives fuera)
y la otra mitad con los Pirineos,
único paisaje no destrozado por ser compartido,
que son la puerta de acceso al resto de la verdadera Europa,
y que solo traspasan los catalanes cuando van de compras a su país inventado.
España limita al norte con el Principat d'Andorra,
eso nadie nos lo dijo nunca, pero sería lo justo.

Limita al Este con un mar-pis y unas islas invadidas de alemanes,
un mar en el que nos meamos diariamente
del que desconocemos absolutamente todo y, lo que es peor,
del que nos creemos los dueños,
por eso lo llenamos de mierda y de ladrillo,
porque es nuestro, hostia.

Al Oeste con el Atlántico,
mar vestíbulo de descubrimientos
y con algoasicomo un grupillo de gente incivilizada: i-lusos
que son nuestros hermanos pequeños
a los que ignoramos porque somos superiores, por supuesto.
No olvidemos que Saramago escribe en castellano, por supuesto.

Y al Sur con nada digno de mención,
con otro continente,
con los negros de los que hay que alejarse
para demostrar que somos mas europeos que nadie
y a los que no entendemos cuando llegan casi cadáveres a nuestras playas...
¿pero qué coño se les ha perdido aquí?....
anda y vuelve pa tu tierra, shaval.
Y de los que no hemos copiado sus tradiciones
ni sus palabras, ni sus músicas, ni na.
Porque además son unos inútiles que no saben hacer ná.

Mí país de origen aparte de sentirse piel de toro
(animal endémico sin el cual no tendríamos carácter, por supuesto)
además de oler a fritanga y cacas de perro,
es la alfombra de Europa.
Donde los oriundos se limpia los zapatos
y dejan los restos de excrementos
para luego sentarse en una tumbona.
Lo mejor de todo es que a estos desperdicios
nosotros, que somos mu graciosos,
le añadimos un trocito de pimiento del piquillo
y decimos que es una banderilla, olé!.
Pero esto no es lo peor,
lo peor es que se nos lo creemos,
lo peor es que nos gusta.

Y otra cañita... aerfavó...

martes, 26 de febrero de 2008

Diferencia de conceptos

Es duro estar enfermo.
Ese es el primer pensamiento del español.
Evidentemente nadie quiere "caer" enfermo.
Por lo penoso de sufrir dolor, supongo.
El dolor es lo opuesto a la felicidad.

Evitar el dolor hasta en el amor,
es el objetivo de todo ser razonable.

Pero este es un pensamiento español.
Si, esto tiene que ver con la nacionalidad y
ese extraño sistema gratuito/sanitario español: la seguridad social.
La enfermedad, el dolor, la baja laboral...
todo esto que para mi es solo una cuestión burocrática,
en el resto de Europa es una verdadera tragedia.
En España es lavidaesasin, el destino, una putada, castigodedios...
La enfermedad es falta de salud y punto.

En Europa un cancer es una falta de responsabilidad,
un error que no has sabido arreglar,
un terrible fallo.
Así se enfrentan al diagnóstico.
Aquí la sanidad se paga.
Y si no estás sano no eres nadie.
Estar enfermo no cuesta dinero al gobierno o a tu empresa,
te cuesta dinero a ti.
Y no hace falta decir lo duro que es
tener que trabajar para pagar la quimio del cancer
que has cogido por ser un currante no previsor.
Es paradójico ¿no?
Dentro de nuestra forma de pensar,
dentro de nuestra estabilidad médica,
que puede ser buena o mala,
eficaz o inepta,
comparando hay una diferencia abismal de conceptos.

Enfrentarse a la vejez con el terror agarrándote los huevos
por no haber pagado un buen seguro,
no es lo mismo que la vejez española
que supone ir cada jueves de paseo al ambulatorio "a repetir".
(Los viejos del País de las Arañas
que viven en Ibiza no son así, por supuesto).
Pero los que yo veo todos los días si.
Y es muy triste.
Muy triste sentirse culpable por tener un cancer.

lunes, 25 de febrero de 2008

El país de las arañas IV

Posar es un arte.
Esto para mi, posadora habitual, me parece indiscutible.
Mantener un gesto,
congelar una postura,
soportar tu peso en desequilibrio,
transgredir el movimiento natural del planeta...
es un arte.

El tiempo pasa,
las nubes corren apresuradas a atravesar las torres de Frankfurter Alle,
o las gaviotas buscan restos de salchichas por el Spree,
o todos los "observadores de tu cuerpo"
te olvidan para mirar una puesta de sol en rosa
cedida por esta ciudad para oscurecerte.
Y tú sigues ahí,
incontenible e inamovible.
Pétrea (así lo desearían si fueran griegos).

Adquieres con la experiencia un lenguaje propio.
Es muy difícil mantenerme callada,
pero los discursos que me otorgo
durante los treinta minutos de pose
son bestiales,
irrepetibles y efímeros
como la propia postura.
Sólo lo pintores me sellan,
me enclavan, me eternizan.

Pero en este País de las Arañas
los Goyas, los Velázquez o los Picassos
están acojonados en una esquina
(como las mariposas en las telas),
porque los Freud, los Einstein y los Kafkas
(como dueños del telar de la creación)
los dejan sin oxigeno y sin espacio.

lunes, 11 de febrero de 2008

El subcomandante Marcos y Cortázar.

INSTRUCCIONES PARA CAMBIAR EL MUNDO
I
Constrúyase un cielo más bien cóncavo. Píntese de verde o de café, colores terrestres y hermosos. Salpíquese de nubes a discreción. Cuelgue con cuidado una luna llena en occidente, digamos a tres cuartas sobre el horizonte respectivo. Sobre oriente inicie, lentamente, el ascenso de un sol brillante y poderoso. Reúna hombres y mujeres, hábleles despacio y con cariño, ellos empezarán a andar por sí solos. Contemple con amor el mar. Descanse el séptimo día.
II
Reúna los silencios necesarios. Fórjelos con sol y mar y lluvia y polvo y noche. Con paciencia vaya afilando uno de sus extremos. Elija un traje marrón y un pañuelo rojo. Espere el amanecer y, con la lluvia por irse, marche a la gran ciudad. Al verlo, los tiranos huirán aterrorizados, atropellándose unos a otros. Pero... ¡no se detenga!... la lucha apenas se inicia.

INSTRUCCIONES PARA OLVIDAR Y RECORDAR
Sáquese despacio ese amor que le duele al respirar. Sacúdalo un poco para que despierte. Lávelo con cuidado, que no quede ni una sola impureza. Limpio y oloroso proceda a doblarlo tantas veces como sea necesario para tener el tamaño de la uña del dedo gordo del pie derecho. Espere el paso de una hormiga, ser noble y generoso, y pásele la pesada carga. Ella lo llevará a guardar en alguna profunda caverna. Hecho esto, vaya y rellene, por enésima vez, la pipa de tabaco frente al mar de oriente. El olvido llegará conforme se termine el tabaco y el mar se acerque a usted. Si quiere recuperar ese amor que ahora olvida, basta escribir una larga carta hablando de viajes desconocidos, hidras, molinos de viento, oficinas y otros monstruos igualmente terribles. A vuelta de correo tendrá su amor tal y como lo envió, acaso con un poco de polvo y sueño en la cubierta...

INSTRUCCIONES PARA SEGUIR ADELANTE
Frente a un espejo cualquiera, dése cuenta de que uno no es lo mejor de sí mismo. Pero siempre se puede salvar algo: una uña por ejemplo...

INSTRUCCIONES PARA ENAMORARSE
Elija una mujer cualquiera. Ponga cuidado en alguna parte de su cuerpo (de ella) y empiece a amarla. Aumente poco a poco su amor hasta completarla. Hecho esto, desenamórese rápidamente, ya que el amor provoca adicción.

INSTRUCCIONES PARA TENERSE LÁSTIMA
Pobrecitos de nosotros, tan pequeños y con toda la revolución por hacer.

INSTRUCCIONES PARA TENER ÉXITO
Decida escribir un libro. Junte varios recuerdos (mínimo 16). Escriba un largo prólogo y, en las pocas páginas que queden, amontone los recuerdos. El índice no es necesario. Después cruce a nado el Atlántico y conquiste Europa. El libro se venderá como pan caliente.

INSTRUCCIONES PARA DESPEDIRSE
No mire hacia atrás. Suele bastar con eso...

INSTRUCCIONES PARA MEDIR EL SILENCIO
Basta con los suspiros. Pero no los cuente, el resultado suele ser desalentador.

INSTRUCCIONES PARA LAS LÁGRIMAS
Forme un cuenco con las manos, deposite las lágrimas una a una. Lleno el cuenco, vacíelo en un paraje extraño y forme tantos mares como sea necesario. Bautice los mares con nombres apocalípticos y hermosos. Evite las obviedades como "Mar Amargo" y "Mar de las Penas y los Gozos". "Mar Árbol", "Mar Sol", "Mar Sombrero" y nombres parecidos son los más indicados.

INSTRUCCIONES PARA CAER Y LEVANTARSE
Siga caminando, cuando se dé cuenta ya estará de nalgas en el suelo, en esa posición incómoda que tienen los muñecos para estar nomás. Acto seguido procede una larga y obstinada reflexión sobre la conveniencia de quedarse ahí en el suelo. Pero ya se alejan los compañeros y la picada está lejos de parecer un claro camino, claro. Tampoco es cuestión de quedarse ahí toda la vida, con el lodo llenándome el alma y la mochila, así que llega el momento de levantarse, situación difícil e impredecible en sus resultados. Tal vez es mejor seguir en el suelo y arrastrarse poco a poco, pero, además de ser poco estético, es impracticable (creánme, lo he probado), siempre habrá alguna raíz oculta o una espina que nos retenga, y entonces nueva reflexión sobre lo cómodo que se puede estar sentado en el lodo, no obstante mosquitos, moscos y moscardones. Decidido ya a levantarse, que siempre es lo más difícil, procede esa complicada operación que consiste en apoyarse en manos y rodillas de donde fuere y tratar de poner el pesado caparazón sobre la espalda (tan sencillo, y pesado, que es llevar la casa a cuestas: apenas un plástico y una hamaca. Pero la mochila se obstina en llevar otras cosas absurdas: algunos libros de poemas, un poco de ropa, un calcetín sin su par, la medicina para el mundo, comida, una húmeda cobija... El conjunto de la carga pesa toneladas (sobre todo después de las primeras horas de caminata) y tiende a atorarse cada que le viene en gana, es decir, casi siempre). Ya tortuga boca abajo sigue poner un pie y alzarse sobre el otro, con la consiguiente protesta de las rodillas, el horizonte entonces se ensancha y siempre será ajeno. Con la mirada en el suelo se reemprende la marcha hasta la nueva caída, que será apenas unos pasos adelante. Y la historia se repite..."

INSTRUCCIONES PARA MEDIR DESAMORES
Basta el rencor y, finalmente, no vale la pena.

INSTRUCCIONES PARA MEDIR LA VIDA
Se toma cordel a discreción y se empieza a meter en el bolsillo derecho del pantalón hasta que ocurra una de dos cosas:
A) Que el bolsillo de llene de cordel.
B) Que se canse uno de estar metiendo el cordel en el bolsillo.
Cuando ha ocurrido una de las dos cosas arriba señaladas, o las dos, espere una tarde lluviosa. Justo cuando la lluvia empiece a titubear en caer o no sobre la tierra, saque el cordel y arrójelo hacia arriba, lo más alto posible, con un elegante ademán de mago y, simultáneamente, murmure las siguientes palabras: "Veo, mido, existo, la vida". Si se han seguido las instrucciones al pie de la letra, el cordel permanecerá en el aire, suspendido por unos instantes, antes de volver a tierra en un manojo de hilos. Ahí tiene usted la medida de un pedazo de vida. Si, no obstante haber seguido las instrucciones, el cordel no responde como arriba indicamos, no se preocupe y pruebe con otro cordel. Sucede que hay cordeles que se niegan, con desconcertante obstinación, a medir la vida de nadie (bastantes problemas tienen con amarrar botas, zapatos y otras cosas absurdas, dicen).

Selva Lacandona, Chiapas, México. 1984-1989.
Desde las montañas del Sureste Mexicano.
Subcomandante Insurgente Marcos.
Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
México.

El país de las arañas III

En el País de las Arañas yo soy de color naranja.
De color naranja y rojo y rosa fucsia.
Pero no porque lo yo haya decidido,
sino porque así me pintan los artistas:
en naranja, en rojo, en rosa...

El negro en la pintura ha desaparecido para dejar sitio al sepia.
Una de las pintoras descubrió mi tatuaje recien hecho.
No le gustó.
"Tú tienes muchos colores en la piel,
no necesitas más"

Desde que vivo en el País de las Arañas soy de color naranja.
Es el último aliento antes de que me atrape el frio cobalto.

miércoles, 6 de febrero de 2008

Febrero es un mes incierto

Febrero es un mes incierto.
Febrero es un mes duda.
Es como un comodín que nunca sabes cuando utilizar
y del que no puedes desprenderte.
Un comodín que no te soluciona nada.
Nadie cree que Febrero sea real.
Es un mes adolescente que no cubre las espectativas.
Es un mes de descompresión
tras la entrada eufórica del bastardo
como si fuera natural.
Es el mes travestido:
hay años que es par y años que es impar.

Febrero es un mes incierto.
No sabes cuántos días contiene.
Es el mes de contrato fijo-interrumpido.
Tienes que pensar en todo el año para darle la certeza a los días que contiene.
Es el mes que despues de la bofetada del año nuevo,
se queda medio atontado en una esquina.

Un mes miedoso que busca certezas que solo serán el próximo mes.
(El 8 de Marzo para quien viva en la Piel de Toro).

Es el puto mes que solucionó el error de cuentas astronómicas,
porque el Universo es un Principio de Incertidumbre continuo.
¿Tienen otros calendarios un mes incierto
al que echarle la culpa de la falta de concreciones?

Pero Febrero hace temblar.
Quizás por su ligereza y debilidad...

Nada importante sucedió en febrero.
Ningún arminsticio se firmó el 29 o 28 de febrero.
Pero muchas cosas se fermentaron tras la desilusión de Enero.
Lilith debió nacer en Febrero.
Y cuando Dios se dió cuenta de su error cronológico juliano
ya era tarde:
Lilith había conocido la certeza de la igualdad.

sábado, 2 de febrero de 2008

El país de las arañas II

En el supuesto centro de la capital de El País de las Arañas.
En la estación de trenes principal,
a las 3 de la mañana de un viernes con 0º en el exterior,
hay más gente que en las rebajas.

No sólo gente joven.
También adultos que no van o vienen del trabajo...
Todos aprovechan la noche para tejer sus telas,
para charlar, para perfeccionar la red.
Todos pasan por el centro y comen y se encuentran.
La estación huele a bolleria, queso y salchichas con ketchup.
Punkies, perros, parejas cuarentonas, policias, jóvenes devorando hanburguesas...
Todos cohabitan bajo la luz artificial de la estación,
nadie fuma.
Todos llevan una botella de cerveza, zumo, cava o té en la mano.
Y se miran, pasean, charlan, deámbulan, comen o beben.

Sólo cuando sales al exterior y te enfrentas a la noche y al frío,
te das cuenta de que El País de las Arañas
es otro mundo.