Me hacen mucha gracia muchas cosas.
Entre ellas los prejuicios:
la espera de que algo sucederá de una determinada forma
y luego no ocurre así ni por asomo.
Ni siquiera era la opción opuesta
o inversa, era diferente.
Me gusta, me hace gracia sorprenderme.
A mi edad, con mi experiencia...
(que mi cumple es el domingo)
me está empezando a encantar sorprenderme.
La sorpresa de estar en el sitio menos pensado,
con la persona menos adecuada... je.
Cagarla igual y sorprenderme igual
porque es diferente, inesperado.
Porque parece mentira,
parece que sea una broma,
lo que más odias te reaparece.
Je je.... siempre.
La vida es cojonuda.
Y las pastillas de mi homeópata hacen efecto.
Porque es muy divertido observar la vida, las trampas, las hostias.
Verlas venir,
y sonreír,
y respirar,
y saber que van a doler.
Y, joder, un dolor horroroso,
pero así son las cosas
y ni un paso atrás,
no sirve, la hostia la recibes igual.
Y dos normas del Contact-impro:
Los brazos siempre para aterrizar.
Tú eres el único responsable de lo que te pasa....
Otro gin -tonic por favor.