lunes, 26 de abril de 2010

Razones...

Curioso.
Una de las razones por las que me fui
del paraíso cementado y alicatado
fue por el cabreo con "esa profesión de putas".
Ahora me ingresan dinero por ello.
El círculo se va cerrando.
La etapa se acaba.
¿me han perdonado?
¿me he perdonado?
¿les perdono?

domingo, 25 de abril de 2010

"Llora pero no olvides" frase de Benedetti

Parece ser que los españoles han escuchado,
se han unido, van hacia un lugar determinado.
La causa contra el buen juez les lleva juntos.
Aprendieron ya que República es un estado de derecho,
que "dictablanda" fue una palabra inventada por el miedo,
que la justicia no se hace siempre en los tribunales,
que somos víctimas del silencio de nuestros padres
y responsables de la ignorancia de nuestros hijos
,
que amnistía no quiere decir amnesia,
que la impunidad es intolerable,
"que una cosa es morirse de dolor
y otra es morirse de vergüenza" como diría Benedetti
(¿qué diría Mario ante todo esto?)
que hay que recordar para limpiar,
que le toca a nuestra generación luchar,
que mirar atrás es crear un futuro limpio,
que la segunda potencia mundial, como dijo Saramago, es el pueblo.

jueves, 22 de abril de 2010

Negación del grado sobre cero.

Ayer de nuevo un puto grado sobre cero.
Ayer agarradas Eileen y yo cual lapas
íbamos a cenar en el mejor libanés.
Nos negamos a volver a sacar los gorros,
me niego a ponerme de nuevo los pantalones de lana.
Pero de nuevo la tristeza se asienta.
De nuevo los despropósitos se hacen más grandes.
De nevo los sueños con sol y playa.
Qué duro este invierno,
pero lo peor es seguir viendo los escaparates
con todas las prendas de verano,
¡ingenuos!
Después de tantos tiempo en este país
todavía se creen que tienen verano.
Y digo yo, si tienen verano
¿por qué se van a la Piel de Toro?

miércoles, 21 de abril de 2010

Razones

Pasa muy a menudo,
me veo una peli por la noche.
Reconozco las calles, mis bares,
las paridas, los chistes,
vislumbro el cielo de Madrid,
el olor a pescaito frito de Cádiz
o la luz de Valencia.
Pero sobretodo
y porque neurologicamente
lo escuchado provoca sensaciones,
me quedo con los ceceos,los tacos, la cancioncilla,
y es eso lo que me sitúa en otro lugar,
entonces cuando salen los títulos de crédito
miro la oscuridad fría de esta ciudad,
el árbol del patio que inunda mi ventana
y me pierdo.

Y es que como decían los que saben
la patria de una es la lengua.

martes, 20 de abril de 2010

Quince Minutos. Parte 10.

Ana salió a toda prisa del despacho. En el ascensor la templanza del principio empezó a fallar, y el sofoco de vergüenza se apoderó de ella. Paró en el bar a recomponerse con dos chupitos más de ron de reserva, por favor. Se acercó al supermercado a por una botella del mejor ron y se dirigió a casa. No era cuestión de emborracharse un lunes por la mañana en medio de la ciudad y con el dolor de ovarios martilleándole el vientre.
En su refugio, todavía temblando por el exceso de adrenalina no podía creer todo lo que había dicho, siguió bebiendo hasta que el sopor etílico la venció y cayó desfallecida en el sofá con las instrucciones de los tampones en la mano.
Cuando despertó era ya tarde, había un mensaje en el contestador. “Habíamos quedado en ir al cine a ver alguna peli en versión original. Hoy es el día del espectador, pero si no te encuentras bien lo podemos dejar para otro día. Ando por tu barrio, localízame en el móvil... si quieres, claro”
Pero, ¿cómo no iba a querer?. Lo había deseado desde hacía meses. El técnico... y no hacía mención a nada del discurso matinal. ¡Dios Mío!. ¿Cómo le iba a mirar a la cara después de todo lo que había dicho? Seguro que tendría alucinaciones con compresas y tampones durante toda la conversación. ¡Qué vergüenza!. Lo de dejarse, por error, una compresa usada en el baño del despacho, podría considerarse una falta leve, nadie es perfecto, un error lo tiene cualquiera. Por mucho asco que pudiera dar el objeto en sí. Pero hacer demagogia encima de la mesa, dejar una compresa abierta y un tampón en el escritorio del jefe y tomarse el día libre por cuestión ovárica, era otra cosa.

lunes, 19 de abril de 2010

Quince MInutos. Parte 9.

Y digo yo que siendo la única mujer va siendo hora de que sepáis como se convive con una. Vaya, que seáis conscientes de que cuando tengo la regla me duele todo y no puedo cargar con vuestras maletas repletas para aliviaros del estrés, que no puedo comer normalmente no porque sea una anoréxica o una quisquillosa de la dieta, sino porque cualquier alimento me sienta mal. Que tengo que usar el baño seis veces más de lo habitual porque no han inventado la compresa absorbe-todo o el tampón permanente. Y no quiero tragarme vuestras miradas cómplices de supuesto escaqueo. Que sí yo me trago vuestras depresiones tras un partido Madri-Barça, vosotros os tragaréis mis lágrimas de ovulación y mi mala leche menstrual ¡qué coño!.
Y quién haya tirado la compresa que el viernes se me olvidó en la repisita del baño, un acto detestable, juzgable y castigable, pero a la vez humano. Además de que se me olvidó principalmente porque ya llevaba tres guardadas en mi bolsito y el dolor de regla me estaba matando. Pues el susodicho ha hecho bien porque yo también tiro de la cadena cuando vosotros os dejáis la meada, y no digo nada. Y hoy como estoy de dolor de ovarios hasta arriba y ya os habréis dado cuenta de que tengo la regla, me tomo el día libre. Por que me da la gana y porque no me he tomado ni un solo día de baja desde que estoy aquí. He dicho. ¡Ah! Y espero que mañana tengáis el detalle de comprar una papelera para el baño. Y aquí os dejo un tampón de la marca que me gusta, de la variedad fuerte, y una compresa con alas ultra súper-absorbente para flujo normal que es la que uso cuando no puedo ponerme tampones. Y también unas fotocopias de las instrucciones de los utensilios higiénicos menstruales femeninos para que las estudiéis, junto a una muestra para que no os de asco. Todo a vuestra entera disposición”.

domingo, 18 de abril de 2010

Quince Minutos. Parte 8.

“Buenos días chicos, como sabéis soy la única mujer en este despacho, creo que eso salta a la vista. Llevo 15 meses trabajando a destajo, sin llamar la atención, sin exigir mis derechos, sin intentar imponer mis opiniones y soportando vuestro trato. Desde que entré como becaria acepté traeros los cafés y ser servicial ya que vuestro trabajo se acumulaba. Cuando dejé de ser becaria y pasé a contratada nadie se percató y el trato de ayudante-secretaria-mujer-para-todo continúo. A mi no me importa, no es de esto de lo que quiero hablar. He mantenido este engaño por miedo a adquirir demasiadas responsabilidades. Así estoy más liberada. Cuestión de inteligencia. Pero durante todo este tiempo no he tenido ningún novio que me estuviera esperando y que me obligara a salir en punto, no me he quedado embarazada, por lo cual no he utilizado mi derecho a la maternidad pagada. Y ninguno de vosotros ha sufrido mis lágrimas de hipersensibilidad cuando ovulo y mi mala leche cuando tengo la regla. Tampoco habéis visto en ningún momento que yo me escaqueara de trabajar por dolor de regla, pero si lo pensáis, recordad que me habéis visto correr hacía el maldito baño a vomitar y hacerlo sin rechistar. Habéis sido testigos de todo esto 15 veces desde que me conocéis, más o menos, 45 días de vómitos. Claro que yo me he tragado vuestros excesos gastronómicos de comidas de empresa. Vuestras borracheras inconscientes con los clientes. Vuestras malas rachas de no entenderos con la socia de turno. Y vuestra pitopausia galopante e indemostrable. Nunca he exigido baños separados y he tenido que guardar mis utensilios higiénicos usadísimos, es decir compresas y tampones, en mi pequeño bolso porque no hay papelera en el baño. Y yo sin embargo os he bajado la tapa del inodoro después de que cada uno de vosotros la dejara subida, que está para algo, y el ambientador que no utilizáis nunca, lo pago de mi bolsillo por vergüenza a que oláis lo que no es vuestro. Ante todo respeto. Vosotros sin embargo entráis con un cigarrito y ya está.
A lo que iba, siendo la única mujer de este despacho jamás habéis sufrido las consecuencias mensuales de mi querida condición femenina, pero yo he sufrido vuestra necedad masculina constantemente como ya he dicho, recordad que no me habéis invitado a ninguna de las dos despedidas de soltero que yo misma organicé desde mi despacho. Obtuve, eso sí, un diminuto recuerdo floral del restaurante donde cenasteis. Tampoco os dais cuenta de que sí en el botiquín exigís vitamina C para vuestras resacas futboleras, yo debería exigir compresas y tampones por doquier porque cuando me viene la regla, me viene sin avisar, y tengo que poner cualquier excusa para acercarme al supermercado, sin que nadie crea que estoy haciendo la compra de la semana...

viernes, 16 de abril de 2010

Indecencia histórica

Por ahora esta es la nueva...
http://www.youtube.com/watch?v=wzFEOg5zaBI
y esto fue en el 2008...
http://www.youtube.com/watch?v=Fdlxo-GgwdU&NR=1

... da mucho que pensar, mucho.

jueves, 15 de abril de 2010

Quince Minutos. Parte 7.

Ni siquiera podía hacer comentarios sobre lo que leía. Se sirvió otro ron, y siguió riendo intentando imaginar la cara del hombre que había escrito ese folleto y que en su excedida imaginación ese rostro se asemejaba muy mucho al de su propio jefe. Mantuvo la risa histérica toda la tarde durante cinco rones más, hasta que cayó en el sofá totalmente ebria.

El lunes siguiente se vistió con el traje corto y negro que le ceñía demasiado según su madre y cuyo escote le avergonzaba. Se maquilló hasta las pestañas, cosa que no había hecho nunca anteriormente, y llegó diez minutos tarde adrede. Calculó el tiempo necesario para que todos sus compañeros entraran en el baño unisex y disfrutaran de la sorprendente visión de la compresa usada, rebosante y olorosa. En el bar de abajo donde era conocida por su consumo diario de un cortado descafeinado con agua, pidió dos chupitos de ron de reserva, por favor. Se subió las medias y se despeinó para dejar que el pelo hiciera su propia dictadura estética. Entró y fue directa al baño. Tal y como esperaba la compresa ya no se encontraba en el lugar en que había reposado durante todo el fin de semana. Regresó, sacó una compresa y un tampón del bolso y los mostró a todos. Se subió encima del escritorio del jefe y cuando ya había reclamado suficientemente la atención dijo:

martes, 13 de abril de 2010

Apoyo de Argentina

http://www.elpais.com/articulo/espana/Movilizacion/Argentina/juzgar/crimenes/franquismo/elpepuesp/20100413elpepinac_10/Tes
hoy en el pais...

Quince minutos. Parte 6.

Realmente le avergonzaba enfrentarse a un suceso que no quería catalogar ni como curioso ni como excepcional. Era algo que le había pasado, que era absolutamente irremediable, que la conciencia le mandaba buscar un culpable para justificar las explicaciones que tendría que dar al día siguiente. Pero que eso le pasara justamente a ella. Que nunca había sobresalido de ninguna forma en el despacho. Que pasaba absolutamente desapercibida hasta para el gestor, al que se le olvidaba siempre entregarle la nómina. Que ni su trabajo ni su presencia llamaron nunca la atención. Que no provocaba ningún interés a nadie. Que entró en el despacho porque era la becaria y a su jefe le subvencionaban el puesto de trabajo. A ella que era la persona más vulgar y simple que existía. Que no tenía nunca nada que contar. Que no estaba divorciada. Ni pagando un crédito. Ni frustrada por alguna pasión perdida. Que no tenía vida pública. Que ni siquiera la acosaban, aunque sólo fuera para darle algún aliciente a su monótona vida. Que le pasara eso a ella que era tan incapaz de enfrentarse a los imprevistos como a salir de la cotidianeidad... Y Ana se perdía en el fastidioso caos y en el mal atribuido destino.
Ana, totalmente borracha por el exceso de adrenalina, con la mezcla de instinto de supervivencia, el deseo de extirparse los ovarios y donarlos por 200.000 pesetas, el horror de no aceptar su propia feminidad y lo que ello conlleva, fue a la nevera y se sirvió un desmedido ron con hielo. Volvió al comedor, se miró al espejo, levantó el vaso, sonrío, y brindó: " Por las mujeres". Y comenzó a reírse desbordando nervios por doquier. Sacó el paquete de compresas y el de tampones que llevaba en el bolso y los esparció por todo el salón a la vez que empezó a analizarlas y echarles ron por encima para conseguir el efecto de las perlas súper - absorbentes.

TAMPONES CON APLICADOR

Solución práctica y discreta respecto a la protección higiénica de la mujer de hoy.
Durante la menstruación, presta mucha atención a la higiene personal.
Lávate siempre las manos antes y después de cambiarte el tampón.
Quita la envoltura y cerciórate de que el cordón sale del tubo interno y cuelga libremente hacia fuera.
Debes cambiar de tampón aproximadamente cada 4-6 horas y con mayor frecuencia todavía si tu flujo es abundante. También puedes usar un tampón por la noche, es decir durante 8 horas como máximo. En este caso, debes ponerte un tampón justo antes de acostarse y volver a cambiarlo en cuanto te levantes por la mañana.
Como el flujo menstrual se absorbe antes de salir al exterior, no desprende olor.
Lea primero las instrucciones y luego deje el folleto donde pueda verlo para poder tener las manos libres.
Compruebe siempre que ha sacado el último tampón antes de insertar uno nuevo y asegúrese de retirar el último tampón al final de su periodo.
Utiliza tampones durante la regla solamente y cerciórate de que te has quitado el último al final de cada regla. No uses tampones durante el resto del mes

domingo, 11 de abril de 2010

Una vez Argentina

"Todos los personajes reales de esta novela aparecen como ficciones.
Todas las invenciones que hay en ella quisieran parecer probables"


La mejor advertencia para un libro,
el mejor anzuelo para engullir.

jueves, 8 de abril de 2010

Internacional

Proceso al juez Garzón: ¿dónde están los derechos de miles de víctimas de desaparición forzada?
El juez Baltasar Garzón puede ser juzgado por un presunto delito de prevaricación por investigar las desapariciones ocurridas durante la Guerra Civil y la dictadura franquista.

Amnistía Internacional considera insólito que un magistrado pueda ser juzgado por buscar la verdad, la justicia y la reparación para más de 100.000 personas desaparecidas durante la Guerra Civil española y la posterior dictadura franquista.

La Ley de Amnistía de 1977 ha sido invocada para perseguir al único juez que ha intentado dar respuesta a víctimas de desaparición forzada y sus familias. Si este juicio se produce será el primer caso del que tenemos noticia, en todo el mundo, de que un juez es llevado al banquillo por intenta conseguir verdad, justicia y reparación para estas víctimas. Es un mensaje tremendo para otros jueces que lo intenten, en España y en el resto del mundo.

Las leyes de Amnistía en un país no pueden entrar en contradicción con las normas internacionales de derechos humanos, y éstas dicen claramente que el crimen de desaparición forzada no es amnistiable, es imprescriptible, y que entorpecer su investigación es un delito.
El Estado español es responsable ante las víctimas de la Guerra Civil y el franquismo
España tiene el deber de poner fin a la prolongada injusticia de la que han sido objeto las víctimas de desaparición forzada y otros crímenes y sus familiares, llevando a cabo las investigaciones necesarias para dar con el paradero de los restos de estas personas, y esclarecer las circunstancias en que tan graves abusos se produjeron.

De acuerdo con el Derecho Internacional, los crímenes contra la humanidad no son susceptibles de amnistía, indulto o prescripción. Es decir, el Estado español no puede sustraerse a la obligación de investigar estos crímenes, y debe poner fin a la impunidad garantizando a las víctimas y a sus familiares su derecho a la verdad, la justicia y la reparación integral.

No es posible que los Tribunales españoles – en base a sus obligaciones bajo el derecho internacional - hayan asumido su competencia para investigar y perseguir los crímenes más graves de derecho internacional cometidos en países como Chile y Argentina, en cuyas causas han sostenido que las leyes de amnistía así como cualquier otra medida análoga carecen de validez en España, y se abstengan de investigar crímenes similares cometidos en su propio país.

Barbaries españolas

Peces-Barba califica de "barbaridad" el procesamiento
TOLEDO, 8 Abr. (EUROPA PRESS) -


El catedrático de Filosofía del Derecho, miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, Gregorio Peces-Barba, calificó este jueves de "barbaridad" la decisión del Tribunal Supremo de proceder penalmente contra el juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, por un presunto delito de prevaricación, al investigar sin ser competente para ello las desapariciones durante el franquismo.

A preguntas de los medios, el que fuera presidente del Congreso de los Diputados, que aseguró que "nadie es un santo, ni nadie deja de equivocarse, los jueces también", insistió en que es una "barbaridad" procesar a Garzón "por intentar hacer un acto de justicia, como es reabrir las dimensiones de la memoria histórica que no fueron resueltas en la transición, porque no lo pudimos hacer, porque había que integrar todo".

Peces-Barba dijo que "así como los vencedores que sufrieron daños morales" o fueron víctimas de delitos "fueron restituidos perfectamente en sus derechos después de la guerra, los perdedores no".

"Hay cosas que no tienen solución, como perseguir a los asesinos, porque no parece que sea posible, pero sí enterrar a los muertos de manera decente, y anular unas condenas que se hicieron por una ley que se aplicó con efecto retroactivo".

Así las cosas, el que fuese ponente de la Constitución aseguró que a su padre le condenaron por auxilio en la rebelión "cuando había sido un fiscal leal al gobierno de la República, y al igual que a mi padre, a más de 300.000 personas les condenaron con una ley que se aplicó con carácter retroactivo".

"No hay que buscar indemnizar, porque solo faltaría que el Estado democrático tuviera que pagar las culpas democráticas del franquismo, pero el resto sí", alegó Peces-Barba, que realizó estas manifestaciones antes de ofrecer en Toledo la conferencia titulada "Los socialismos en la historia política".

Primavera

Una de las cosas más maravillosas del País de las Arañas es la llegada de la primavera. Aquí, como casi todo, es a lo bruto. Hace una semana todo era oscuro y marrón, se predecía algo, pero nada. De golpe y porrazo ayer sin previo aviso, todo fueron flores, los álamos y los tilos se llenaron de brotes verdes y amarillos. De repente la primavera esta aquí, aunque desaparezca mañana de nuevo por unos gradines sobre cero.. y nos deje con estos petalos congelados y el deseo torcido de un poquito de sol más bitte.

Crudívoros y otras bestias.

El colmo de un cocinero es tener un jefe que crudívoro,
es decir que solo come alimentos crudos.
Y eso evidentemente me pasa solo a mi.

martes, 6 de abril de 2010

QUINCE MINUTOS. Parte 5.

"Y el lunes por la tarde, todos me miraran y a mí hasta se me habrá ido hasta la regla del sofoco”.
“La verdad es que era mejor una compresa que un tampón. Con su imagen tan fálica, con el cordoncito colgando, repleto, hinchado, y totalmente absorbente”. Ana empezaba a justificarse a si misma, cualquier cosa antes que sufrir...
La química de la adrenalina había ido transformando a nuestra protagonista en un cúmulo de melanina que residía en el rostro. Su corazón bombeaba desesperado a doble velocidad. Respiraba con pequeñas bocanadas. Pero la mente empezaba a indagar la parte más cómica e intrascendente del suceso.
"La verdad es que el técnico es joven. Igual al verla sólo le dará un poco de asco. Seguro que no se asusta demasiado. Seguro que ha visto ya alguna que otra compresa, usada o sin usar. Seguro que tiene novia y hasta le hace el amor con la regla. Pero el jefe.. el jefe no tiene pinta de hacer el amor con regla, ni sin ella, vamos, de hecho no tiene pinta, ni de haberlo hecho, ni de haber visto nunca una compresa con alas, ultra, y extraplana.
Si es que esto de ser mujer, ya ves, una vez al mes... ¡zas!. Pasas de ser una mujer a ser una mujerona. Y encima con dolor. Un dolor de piernas que no te permite las carreras, un dolor de riñones que te impide moverte, unas subidas de temperatura corporal de colocón, una hinchazón de tetas en el que cualquier roce te hace ver las estrellas, unas ganas de vomitar constante y un hambre también constante que no te permite saciarla por la presión del estómago sobre los ovarios. Porque eso es lo que te hace odiar al mundo entero y entonces no paras de llorar. Y contestas siempre mal a quien no corresponde. Y no entienden que lo que sucede en tu cuerpo en tan sólo tres días, es algo que sí se pusiera en un documental creerían que sucede a cámara rápida, que hay que vivirlo para entenderlo. Que no es fácil. Que hasta te crece el vello tres veces más rápido."