martes, 7 de abril de 2009

La cebolla y la inutilidad

Hoy he soltado dos lagrimitas por mi ex.
Esta bien, sigue sin tener hijos.
Pero solo escuchar su nombre
produce un socabón en el estomago innegociable,
no he podido evitarlo.
Pero solo han sido eso dos lagrimitas de mierda,
ni una mas,
y ladeleón que no sabia que decir,
si apoyarme y decir que era normal
o decirme que ya iba siendo hora de aparcarlo.
No sabe como tomárselo, porque , por supuesto yo he ido de otro palo.

Siempre sale la Lilith a dar la cara
y Eva se queda arrinconada,
sale cuando menos lo esperas.

Pero sigo sin llorar,
sigo sin llorarle,
habiendo creado un solo por el réquiem de lo que nunca llego a ser, incluso.
Lo he intentado todo y sigo sin llorar.

Luego he ido a casa a beberme sola la botella de garnacha
y pelar cebollas a ver si me daba un ataque
y lloraba de una puta vez.
Ni eso, ni el kilo de cebollas, ni el puerro, ni la hostia bendita.

El pánico atroz que me ataca
es no ser capaz de revivir
lo que sucedió a mis hormonas con él.
Ese sinvivir tan curioso,
ese subidón tan bestia,
ese resplandor tan tonto,
esa piscina tan vacía,
ese amor tan absoluto.

No hay comentarios: