jueves, 24 de diciembre de 2009

Las lágrimas de cocodrilo

Y Lilith que no llora ni en los entierros,
que hace dos años que no puede,
que solo de vez en cuando
le sale una lagrimita
indómita y solitaria
que me da mas vergüenza que satisfacción.
Envidiando a las reinas
que les entra el mal rollito
y abren el grifo directas.

Y que ni con Alejandro Sanz,
ni con lo mejor de Madredeus,
que no lloro y.
Pero me conecto la radio,
escucho cantar el gordo o
a los ecuatorianos con el choclo navideño
o veo el anuncio de Nescafé...

y ya está, a moco tendido.
¡Qué cruz!

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