viernes, 20 de junio de 2008

La Salida

Si la Entrada fue odiseica y flipante,
la Salida, para la que sí estaba preparada psicológicamente,
fue para desternillarse.
Tanta "seguridad" y seguridad estúpida hace que no puedas parar de reírte.
Porque ya ni siquiera te sientes ninguneado como en los controles europeos, cuando ves que te obligan a quitarte las botas y te das cuenta que tienes el destornillador en la chaqueta y no lo han detectado...
No, es que parece tontitos. Al fin y al cabo, los palestinos siguen ganándoles, los matan eso es una forma de ganar, muy efectivos no son.

Ya acostumbrada a la pregunta innecesaria de cuantosañosllevaviviendoenMelillaelprofesordefotografiaquemeinvitoacomereaMarruecos
y después de intentar explicarle 8 veces que Melilla no es Marruecos, que es territorio español.
(no como Israel que es un territorio ocupado. - Puntilla política, lo siento-)
Pues después de eso, cuando se ponen a abrir la maleta, sacándolo tod de nuevo, cuando yo ya me había pasado 5 horas cubicándolo todo. Entonces se me ocurre la excusa para pasar de estrangis el exceso de peso: "la bolsa abulta demasiado como equipaje de mano", dice la azafata.... "es que me la han abierto 3 veces y ya no tengo tiempo de de doblarlo todo de nuevo" Olé, así pasan 5 kilos mas de sobrepeso. Viva la picaresca.
Cuando un chaval de no más de 18 años te empieza a abrir el neceser, descubre los tampones con aplicador (solo conocidos en Mercadona), las bragas sucias, los 8 condones de regalo.... y sabes que, tarde o temprano, encontrará también el condón sabor chocolate. Es cuando le doy la espalda y hago como que me disgusta esa intromisión. Todo ello para callarme las ganas de decirle: "es que los de chocolate de Control están muy ricos, chaval, puro chocolate de Suiza... te lo regalo.

Aunque cuando te registran la misma maleta por quinta vez empieza el verdadero mosqueo y me rio a carcajadas en su cara cuando la mosquitera, doblada a presión y con alambre en forma de ocho, salta sobre la agente de seguridad y esta se le queda a modo de velo de novia, mientras grita enfadada por su porpio grito de sorpresa:"What is this?" y yo digo con todo el descaro de mi españolidad profunda: "una moskitonet para una queen, darling".

Así que salí de Israel jurándome a mi misma que la próxima vez que vaya a un país militarizado y estúpido me llevare un consolador de dos pollas con semen artificial, para darme el placer de mirarles a los ojos cuando lo descubran... y a ver si tienen reaños a conectarlo, como hicieron con el cargador de mi video-cámara, con la excusa de saber si lo que tiene dentro no es un arma de destrucción masiva.

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