domingo, 6 de enero de 2008

Érase una vez...

Regreso de un cuento de hadas.
Aunque no existen las hadas, lo sé.
Pero esto fué lindo.

Esta gente es diferente, sin lugar a dudas.
La coherencia envuelve la sensatez,
y a veces los convierte en adorables en extremo.

Me fuí a 100 km de Berlín dirección norte....
y asistí a un acto de amor.

Por primera vez reconozco que el matrimonio tal como se explica en el diccionario se puede realizar de formas muy diferentes y como tal es lo que yo he visto este fin de semana una demostración de amor delante de los amigos, fieles testigos involucrados en el suceso.

Por la mañana el universo les regalo una nevada.

Entonces fue cuando se convirtió en un cuento de hadas.
Con banda sonora...
dambidoo allways lovely.....

Podría escribir mucho más, lo haré.
Por ahora dejo que la sorpresa de lo nuevo me acune,
y me voy a soñar que el cuerpo no aguanta.

Gracias Pen, gracias Joerg.

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