El síndrome es muy claro.
Es cuestión de tener un viaje, una ausencia, una escapada prevista...
para que todo se convierta en inicios.
Sabes que te vas en dos días y descubres que el chico que te gusta te ha hecho un guiño.
- el chico que no te ha hecho ni puto caso en 3 meses-
Tienes la maleta preparada y te invitan a todas las fiestas interesantes.
-cuando sabes que las fiestas son la mejor forma de entablar amistades-
El billete de avión está sobre la mesa y te aparecen propuestas nuevas.
-propuestas que tienen que ser desarrolladas en ese lugar-
El caso es que el síndrome te ataca.
Y justo horas antes de tu partida has creado vínculos nuevos
que te atan otra vez al lugar del que querías huir.
sábado, 28 de febrero de 2009
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