No me gusta la Piel de Toro, lo sabéis,
por su anacronismo exacerbado,
su pasividad genética...
y su sinfín de incongruencias.
Pero no hay ningún otro paisaje comparable
a los colores de Castilla en otoño.
jueves, 5 de noviembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario